sábado, 28 de febrero de 2009

Olvido


“Desde aquí, desde mi casa
veo la playa vacía,
ya lo hace unos días,
ahora está llena de lluvia…

Y tu ahí sigues sin paraguas,
sin tu ropa, paseando
como una tarde de julio
pero con frío y tronando..”

Sé que el tiempo corre en contra mía, que muere en cada instante. Y sé que esta no es la forma ni el lugar, pero tengo en cuenta también que nunca te voy a reconocer por muy juntos que estemos entre tanta distancia. Y tengo tanto frío en el corazón que no puedo dejar de temblar.

Y la palabra “olvido” cada vez pesa más. Todo se va borrando, el parque, el cielo, las montañas, el valle, los caballos, los bancos, los árboles, las aceras, las piruletas, las playas, los puertos, los cabos, y puede que las personas..

Siempre clavada en el pasado. Por mucho que quiera salir, por mucho que quiera que salgas de mi, te clavas. Me matas. Puede que haya aprendido con el tiempo. Es como si nacieras en mi pasado y vivieras en mi futuro, pero en el presente no existes, y ¿sabes? El presente siempre es hoy, eso es lo triste.

Y no sé si quiero que se borre todo, todos los recuerdos que huelen a lluvia, todos los faros recorridos, todos los domingos, todas las sábanas, todas las canciones y todos los abrazos.

No sé.

Y el lago se seca. Mis lágrimas se han perdido, querido. Quizá tu puedas hacerlo. Pero yo ya lo tengo olvidado (o asumido, no sé). Pero la verdad es que echo de menos el aroma de piña de tus bolsillos y la manera de desenvolver los caramelos para saborearlos igual que hacías con las palabras de mis cartas.

Y sé que te quiero, pero no consigo ver tu nombre, y me pierdo. Lo siento ya (te) he olvidado.

jueves, 26 de febrero de 2009

(valor)

Al chico que no se arrepentirá cuando llegue septiembre.

Me duele todo. Sigo aquí. En el mismo lugar. Donde las sábanas aún guardar restos de tu olor. Donde nos esparcimos de una esquina a otra. Donde corrieron las caricias, los besos y las cosquillas. Hacer esta cama es como volver a hacer el amor contigo. Me duele.

miércoles, 25 de febrero de 2009

La angustia es el precio de ser uno mismo.
(Silvio Rodíguez)


No cierres la puerta. No me des la espalda. No escapes por las tuberías de viviendas ajenas. No escarbes. No llores. No levantes un muro entre las sábanas (revueltas). No anuncies peleas preventivas. No pronuncies palabras malsonantes. No escupas el odio. No te comas mis palabras. No vomites menos que poesía. No te arrepientas de lo que haces. No seas mejor. No busques rimas ni sentidos. No atravieses el horizonte marchándote todavía más lejos. No me cortes los abrazos. No evites los acentos. No olvides los aeropuertos. No saltes los agujeros. No me robes el aire. No apagues los amaneceres. No ensordezcas las canciones que ayer me cantabas. No devuelvas los charcos. No esperes la calma. No rechaces las casualidades. No te quites las caricias. No dejes de enviarme aviones de papel. No te seques sin besos. No perdones los andenes. No pierdas la arena en los zapatos. No explotes las burbujas. No saques a pasear la razón. No te pierdas el chocolate de los domingos. No te escapes del círculo. No muerdas la manzana. No persigas al conejo. No borres los sueños. No te eleves menos que las cometas. No me desleas los cuentos. No te hundas en los sentimientos contradictorios. No te rindas en la curva. No desesperes por los delirios. No obedezcas a los desequilibrios. No perdones los deseos. No vendas amor sin espinas. No te olvides las lunas de miel. No dejes de adorar los imposibles. No seas cobarde. No pierdas estrellas por las esquinas. No rechazes piruletas. No deshagas los descosidos de la vida. No te encantes con hechizos de meigas. No busques un faro en cada playa. No esperes el frío del febrero. No sigas las huellas que te vienen dadas. No dejes de ser impulsivo a más no poder. No desaparezcas, kamikace. No abandones la isla (asli). No me lames las lágrimas. No quemes la magia por un desliz. No corras tras la marea. No dejes el ron y vuélvete pirata. No pierdas el ruido. No me toques el ombligo. No susurres más alto. No suspires tan bajo. No apagues la risa. No lastres tus alas. No esperes el fin del mundo. No tengas prisa. No subas la persiana. No esperes las horas. No entres en la moda de corazón. No te tiñas de otoño ni de melancolía (lo eres de por si). No tengas complejos. No seas mentira. No te fijes en los espejos. No obedezcas al desamparo. No te vendas por menos de nada. No te duermas con cuentos de hadas. No me esperes en la esquina (de siempre). No me pierdas en la niebla.

martes, 24 de febrero de 2009

(Como besos que firman su despido..)


Juraste no hacerlo. Pero si no juras en voz alta no sirve. Capaz.
Por ello se vacían todos los parques al llegar la noche, cuando las cosquillas suenan más fuertes. Por ello la blancura de los párpados es nívea, y las sonrisas nunca llegan a ser forzadas, y el infinito se reduce a nada. Por ello las mañanas me rozan tras la persiana, y el horizonte se llena de nubes y peces. Por ello tampoco se si es bonito que te compren una estrella o que pongan a tu nombre todas las olas del mar. Por ello el fotógrafo vuelve dos veces al lugar del crimen. Y por ello yo vuelvo de vez en cuando al lugar al que no iba cuando debía, por culpa, por egoísmo o por gilipollas.
Por la niebla y por los fenómenos que se disipan te sientes así. I no puedes evitarlo. Por ello yo tampoco te conozco cuando dices ‘que felices que caras más tristes’. Ya no me convences, ya no vienes, me abrazas y.. me hablas de los dos. Equilibrio. Por ello a veces necesito una conversación sensata y que se salga de cualquier límite pactado. Y un café que no acabe entre sábanas en la cama (o en la playa).
Por ello también los círculos nos encierran demasiado juntos. Por ello es que las historias siempre se rodeen de casualidades. Por ellos, nos sobran los motivos.
Me sobran los motivos para conocer al soldadito de plomo, para viajar en avión de papel, para que las carcajadas me caigan a borbotones y la sonrisa se me coma la cama. Para intoxicarme de primavera. Por eso espero.
Espero algún detalle, alguna señal. Serendipity en estado puro. Como siempre. Como buena chica Amelie. Siempre me gustó el pronombre vos, porqué detrás esconde vos(otros).
Aún así a veces todo parece juntarse y te conviertes en la chica de los huesos de cristal, aquella capaz de descomponerse en gotas que discurren por mejillas y barras de bar, en un espejo fragmentado, en trozos, en miles de trozos y gotas. Without without without.
Mientras, tejo un plan, una idea, un sueño…como todo el mundo supongo, pienso en lo que haré, en lo que seré, en lo que me servirá para crecer y creer y lo que no. Pienso en la vida que llevaré cuando alcance el horizonte y el azul me atrape. La vida que viviré cuando esté al otro lado y las fronteras no mientas ni sean excusas. ¿Quién te dice que en el horizonte no está el mar?
(Por ello las mañanas me rozan tras la persiana, y el horizonte se llena de nubes y peces…)

lunes, 23 de febrero de 2009

Valiente


Para los que no lo sepan, adoro los abrazos de agua, perderme en el mismo suelo que cualquiera, ya sabes, ‘si tu te mueves yo también me muevo’.. y sigo buscando respuestas en canciones de Maga, ¿Dónde acaba un beso?. Sigo acomodándome en tu risa… Blanco. Nieva. Y creo que va a seguir haciéndolo hasta que te encuentre, hasta que bajes de ese tren o llegues a mi andén. Hasta que sepa donde acaba. ¿en esta comisura? ¿en este pliegue? ¿en qué pupila? Creo que va a nevar hasta que me cubra de blanco y se me encharque el corazón. (Va a nevar hasta que puedas volver y escribir ‘te quiero’ en el jardín.)


Sigo buscando..

Es cierto, lo he hecho, me he mojado, he roto nuestras cartas, me he desenredado, te he querido y odiado a partes iguales, he perdido a Wally, y al norte. La niebla y la nieve.
He tenido un catalejo, porque, ¿sabes? Yo una vez fui pirata (y me quedé afónica de tanto cantarle al mar), he llorado y he reído. Aunque pueda parecer que no, lo he hecho todo.
Y es que.. supongo que esta vez, la ciudad es lo suficientemente pequeña para habitar un número incierto de casualidades.

Se repite.
Se repite.
Se repite.


Otra vez, llorando, con ojos turquesa. Él era tan guapo que dolía pero tenía algo odioso en la comisura de los labios. Tenía algo que podía taladrarme las mejillas, unos párpados hirientes. Tenía, sobre todo, que no eras tú.
¿ves? He vuelto a hacerlo.
Y esta vez, no pido que nadie lo entienda.

Nieve-Nieve-Nieve.

Durante un tiempo tuve que anudarme la garganta, callar y no decirte nada, de nada. No decirte hola ni saber decir adiós. Porqué hubo un tiempo en que lo decía. Sólo decía adiós. Pero me desagradaba y era tal la atracción que me produjeron los ‘hasta-luegos’ que empecé a llenarme la boca con sus sílabas.. Los introducía entre los dientes, los masticada y tragaba sin respirar, como los jarabes de Mary Poppins, que por mucho que dijeran, eran horribles. Así pues, me los tragué y cuando ya estaban todos así, cómodos, tranquilos, en calma armónica en el fondo del estómago, los empecé a utilizar en mis despedidas. Y por mucho que supiera que en dos meses no sabría de ti no decía más que hasta luego.
En conclusión, que las despedidas de papel coûche y plastilina terminaron deslizándose en demasiadas ocasiones por la punta de mi lengua, que es donde habitan todo ese tipo de palabras, y se me están acabando.Últimamente ya utilizo más la palabra adiós pero estoy dispuesta a darme otro atracón de ’hasta-luegos’ si me lo propones, si te quedas conmigo. Porque el adiós no deja lugar a apelación alguna, son finales sin más. Y sé que es una respuesta valiente para aquellos que se van. Pero los valientes duran poco.

(Volví a perder las rallas rojiblancas de Wally.)

¿Y qué me decías del silencio? Me faltan cosas para regalar así que muchas veces regalo silencio. En un bote vació cabe mi silencio en gotas azules. Así cada vez que el mundo grite, cuando todos estén agitados y rebuznen.. mi silencio lo envolverá todo. Puede que esta no sea una característica sensata para cualquier valiente. No. Por mucho que mi abuelo, el poeta, se empeñará en decirme. ¿de qué puede servirnos buscar un silencio que nos estalle entre las manos? Ni siquiera un hasta luego podría traernos más calma, pues.
He escrito tantas cartas, tantas palabras con el silencio, he tenido tantas conversaciones cosidas a él, que la poca tinta que me queda sólo puede abrazarle. Abrazarle y estar callada. Porqué hay días en que una sólo necesita una pequeña excusa para quedarse en silencio y sentirse menos valiente.
Porqué seguramente no soy la única a la que a veces el alma le aprieta, no soy la única que ha sentido que es otra la persona que utiliza su cuerpo mientras duerme. Alguien frágil y con delicias varias, que se araña y se golpea. Alguien con sentimientos de papel. Avión.
Creo que esa persona está empezando a utilizar mis miradas y camina despacio para que no la oiga. Pero últimamente me levanto con restos de carmín en los labios y la duda se vuelve a evaporar.. Quizá ella haya conseguido besarte. Valiente.
Seguramente sea esa persona a la que le has contado qué hacer con los secretos que aun me quedan. Porqué yo intenté echarlos fuera, que se marcharan y sólo conseguí enviarlos al sentido más lejano, la oída..
Esa persona que utiliza mis manos y mis cosquillas. Que vive cuando duermo. Compartimos el plural de la relación. Porqué así podemos decir que ya sabemos dónde acaba un beso. Sht.

(Vuelve a nevar pero voy a bailarle al sol y al viento)

sábado, 21 de febrero de 2009

por si eres nube


Escribe con carbón y en mi pensamiento
Que cruzamos océanos de tiempo
Dibujando los garabatos de mis fantasías
Poco es tanto cuando poco necesitas.

El fuego que era a veces propio
La ceniza siempre ajena
Y no serás del enemigo...
Ya somos más viejos y sinceros, y qué más da
Si miramos la laguna
Como llaman a la eternidad
De la ausencia
No sé distinguir entre besos y raíces
No sé distinguir lo complicado de lo simple
Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar
Todo arde si le aplicas la chispa adecuada

jueves, 19 de febrero de 2009

Todas las promesas y el punto sobre la i.

Te miro y tiemblo. Tengo ganas de besarte. Despacio. De abrazarte. Lento. Fuerte. Dejo de temblar y no puedo parar de mirarte. Ya sabes lo mucho que me gusta verme en tus ojos. Andar sobre una espiral sin llegar a tropezar siempre se me dio bien. Y robar botones también. Todo cobra un aire triste.
Quiero dormir una larga siesta y así al levantarme estaré más guapa. Ya sé el secreto de Amelie. El misterio del fotomatón es precioso. Ahora sólo nadan. Se han empapado. Pero no dejan de flotar..
Ya sé que cualquiera podría ser él. Me di cuenta cuando lo conocí. Al principio pensaba que no, era tan único, pero me caló demasiado hondo, y después de algún que otro desengaño, he de vivir pensando que el amor no acaba ahí. Y que cualquiera puede ser él. Cualquiera.
El número siete no estaba equivocado. No, no. Las caricias de papel se fueron ensortijando entre las sábanas. Revueltas, como a mí me gustan. Los besos dejaron de ser a escondidas. Y en aquel momento dejé de llevar reloj, ¿para qué? Yo quería perderme en el tiempo. Él no me importaba. Y se me escapaba y resbalaba entre las manos.
Aún así los esfuerzos suelen ser inútiles cuando pretendes huir de la casualidad. Ya, ya. Hay que saber verla.
A mi, los tequieros me sonaban cada vez más fuerte que la propia respiración. Nos quedamos inmóviles, y me volví a ver en tus ojos. Supe entonces que te tenía que regalar algo, una noche de estrellas, un paseo a caballo, una mañana al barro, un charco, un botón, un suspiro.
Ahí empezamos a rodar nuestra película.
Los terremotos y huracanes nos seguían a cada paso. Veloz. Nos barrían el corazón y no alborotaban todo. Recorrieron los bancos del parque, la luz del valle y los países desarrollados.
Yo me perdí entre el viento y tu cuello. Retorcía las leyes infranqueables de la suma jugando con números imaginarios. 3 abrazos y medio. Siempre impares.

Tu siempre has sido blanco y negro. Yo en cambio, era gris. Tus camisetas.. fotogramas. Crecías entre luz artificial y mejillas sonrojadas. Tenías los labios rojizos.. pero eras blanco y negro. No tenías pestañas de colores, ni peces con escamas, no tenías nada. Sólo blanco de vacío y negro de soledad. Maldito capullo. Yo sólo era un ambiguo gris (en las pupilas), un abrazo partido, un beso perdido en un sobre nuclear, escrito con boli negro. El blanco ha expulsado todo lo que pensé (antes de ayer). Ahora, quieto, sigues siendo blanco y negro. Maldito. Y sabes lo peor? Seguimos viviendo los dos en una antigua película de amor, en una escultura de pop art, en un código de barras, y en los besos con sabor a sugus. Por quererme afónico.
Los dos. Uno y dos. Sin gama cromática, sin efectos ópticos, sin luz alguna. Perdidos. Como un cristal roto. Vamos, te llevo a un viaje sideral. Sólo hace falta imaginación. Solías decir burradas que hacían que nos sintiéramos grandes.
También solías temer los efectos secundarios de mis atracones de poesía. Quién lo diría.Siempre blanco y después negro, cúmulos, pinturas de todo tipo, plastidecors y pupilas. Nieve nueva, intacta, copos en forma de espiral. Estrella de la muerte. Y decíamos que el cielo de día era blanco y de noche negro. ¿Por qué siempre te comías el chocolate blanco? Normal que ahora no me guste.

Tristeza rota, plomizida, lluvia constante, ajetreada, en medio de la ciudad condal. Y pelearnos con todos los madroños y los relojes. Sentimientos cóncavos o convexos. Depende del vértice en el que te sitúes. Querido.
Regálame piruletas para merendar, sugus, caramelos de reyes pero que no sean de coco.
Báñame en purpurina, en azul celeste.
Tómate un batido de vainilla. A mi no me gusta. Y sigo escribiéndote cartas, si, como siempre, las que nunca te doy. Tengo ganas de llover. Estas tan lejos. Para el tiempo y la distancias, me hacías canciones que hablaban de viajes, de lugares, de historias y de manos (las nuestras). Pero ahora tu corazón, rojo, pero no tan grande como el de Otto, está aún más lejos. Qué lástima. Incapaz.
Echo de menos los lunares que tienes en el cuello. Y tus labios gruesos. Las manos grandes. Tengo cada parte de ti en un pliegue de la lengua. Nuestra banda sonora son demasiadas canciones. Yo recuerdo aquellas de las películas mudas. Eras tan cómico. Tócame el piano. Hombre de campo.

Sabes? Hemos terminado nadando nosotros también. Y es tan precioso empaparse y sentirse así como el misterio del fotomatón de Amelie.

Vuelvo a temblar. Echo de menos esas palabras que eran burbujas que acariciaban.. Quieta. Temblando. No tengas miedo a amar demasiado, nunca se ama suficiente, yo lo tengo asumido. Dudas constantemente sin motivo alguno y vas a empezar a temblar tu también. Pero luego me abrazas (me abrazas siempre) y ya no puedo temblar más.

Ya se sabe, eres como de helio, cosmología, esencia.. Eres compás y cartabón.

martes, 17 de febrero de 2009

Inevitable - Inalcanzable

Siempre nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después, después de terminar la carrera, después de irnos a vivir lejos, de volver a estudiar, de conseguir trabajo, incluso después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro..
Eso era lo que mi madre se obsesionó en decirme cuando tenía quince años. Y en parte tiene su lógica. Pensamos que la felicidad llegará a nosotros después de conseguir cualquier sueño de los que nos habíamos propuesto. Pero luego es inevitable (inevitable significa que no se puede parar) sentirse frustrado, porqué durante el camino que seguimos no dejamos de caer, algunas veces nos ponen piedras para que tropecemos, otras somos nosotros mismos los que perdemos el equilibrio. Sea como sea, no dejamos de pensar en el futuro olvidando así, el presente. Pensamos en cómo debería ser nuestra vida, en lo mucho que queremos lograr, en todo lo que ansiamos y perseguimos. Y una vez más nos perdemos. Porqué los atajos nunca fueron buenos. Es cierto que olvidamos los segundos, los minutos, las horas y hasta los días, elevando la mente a infinitos que vuelan lejos. Y olvidando que no hay mejor momento para ser feliz que el de ahora mismo. Porqué sino es ahora ¿cuando?.(Eso también lo decía mami). La vida siempre está llena de ‘luegos’, de ‘después’, y de diferentes retos, de piedras en las que tropezar, de rodillas que pelar y corazones que sangrar. Porqué sino nada tendría sentido. Porqué quien no ha tenido el alma apretada de esa tristeza intensa, no ha vivido con la misma intensidad. Y es que es bueno que a veces el amor se nos venga todo de golpe.
Es cierto que a veces una duda se evapora y el camino se llena de niebla, pero siempre hay quien te tiende la mano, o al menos quien camina delante dejándo huellas que seguir (o migas de pan). En esos momentos comprendes que haces lo correcto, lo mejor o lo único que podías haber hecho. Y por un instante dejas de preocuparte. (Y vuelves a ser tan polar como siempre).
Y que la duda se evapore, no quita que descubras que hubieras dado cualquier cosa por haberte equivocado. (Aún que vivas en una isla con vistas al infinito y al azul eterno de las canciones)Sé que a veces acertar resulta infinitamente triste. Algo que se disfraza de ego inútil.
Pero es así. Nuestro (tú) camino. Y si no somos felices ahora, no podremos tener esperanza e ilusión en las cosas pequeñas (y no podrás ser una chica amelie). Alguien decía que no hay camino a la felicidad sino que la felicidad es el camino. Lo temí durante un tiempo. Y pese a todo lo contradictorio y surreal que me sucede. Busco esa esfera infinita.. porqué sigo teniendo fe en él, en mi estrella de la muerte y en el sueño más grande. (Y en todo lo efímero)


Como esa tableta de chocolate en lo alto del armario. Inalcanzable.



(Me sigue encantando levantarme temprano e ir de la Guixa a Vic viendo como la niebla que nunca existió en los corazones, se mezcla fuerte y va dejando paso al frio de la ciudad. Son ese tipo de cosas que (a las personas de manos pequeñas) suelen gustarnos. Mis favoritas. Y quedarme en la cama con todo el amor en las manos también. )

lunes, 16 de febrero de 2009

Terminarás por entender que sí, era posible.

Siempre me han dicho que lo mio era esconder secretos, que era de esas típicas personas enigmaticas que callaban más de lo que decían. Es típico en mi también hacer todo tipo de preguntas, qué sería de la vida sin la curiosidad? Sin saber? Y tú? Escondes un secreto? Tienes un tesoro? Una isla? Un faro? Eres farero? Te han escrito un cuento? Has ido a la ciudad del frio? La has visto desaparecer? Te has sentado horas frente a un lago? Sabes de que color es mi sonrisa? Te gusta la nieve? Que es lo último que te han regalado? Odias la distancia? Haces aparecer cosas a besos? Sabes leer el cielo? Sabes lo que quieres? Podrías describir un día azul? A qué sabe el beso de las 6? Te gusta septiembre? Has encontrado el equilibrio no-imposible? Conoces algo que dure siempre? Te gusta la palabra horizonte? Y infinito? Cual es tu helado favorito? Sabes cómo se mueven los labios al decir te echo de menos? Cazas mariposas que vuelan en estómagos ajenos? Cuántas horas podrías haber dormido? Me has mirado mientras dormía? Tienes un pez? Y un color favorito? Sonríes a los niños? Y a los desconocidos? Qué banda sonora tienes para hoy? Eres capaz de escuchar veinte veces la misma canción sin cansarte de ella? Te gusta la paella? Y la verdura? Y el pescado? Te gusta el teatro? ¿conoces la cara de tus amigos cuando se ríen a carcajadas? Te gusta ir en bici por las grandes ciudades? Y viajar en metro sin rumbo alguno? Has aprendido lo máximo de cada situación vivida? Has seguido lo imposible? Te has caido jugando al twister? Has vivido una historia de amor de película? Te has enamorado de un instante? Has recorrido el frio de una ciudad en busca de una señal? Y de un detalle? Cantas mientras conduces? Has perdido el tiempo? Te has sentido rota? Y caer en mil pedazos? Sabes a qué sabe la lluvia? Te bañas en mis ojos? Pretendes dejar huella? Te duermes en cualquier rincón? Sueñas despierto? Te gusta la playa en invierno? Esperas la casualidad de tu vida? Quieres que te sople? Y que te lleve el viento? Te has enamorado de un andén? Has creido nacer de una mirada? Te han escrito una canción? Sabes a qué suena su risa? Y la melodía de sus lágrimas? Yo espero que así sea. Y me encuentres entre el viento, al lado de un secreto. (o un deseo).



(Vamos como desconocidos que se conocen muy bien..)
(tengo la extraña sensación de que a mi también se me adelantan los zapatos..)

domingo, 15 de febrero de 2009

lejos del tiempo





14’30 Sants, volvemos a reunirnos con esa tonta sensación de libertad, como quien se escapa al fin del mundo (propósito que no cumplimos). Preparadas. Nos pasamos 16 horas sentadas en un bus, bueno, exeptuando el momento de las 9 cervezas, de las cuales 2 desaparecieron por culpa de un portugues (aii cómo nos gustan los portugueses, si). 7’30 aprx. Llegamos a Vigo, qué diferente sabe la lluvia aquí piensan, yo como nací de una lágrima gallega, no la veo diferente.
Nos vamos a la playa, hace mucho que no olía el atlántico, me acordé de un tesoro.. aunque dudo que siga allí enterrado, miramos hacía Monteferro, pensando en cuando ir, nos perdimos en las horas y los minutos de la fina arena, me encanta la playa en los días de frio, cuando hay más nubes que sol, y el día invita a un sofá, nos perdimos entre el muelle, y las olas, que llevaban vuestros nombres. Y la espuma os atrapó os alcanzó y si, recordasteis la sensación de bañarse en salitre.. Vencimos al viento y nos enamoramos de una concha y una piña. ‘Para Duguy’ dijo Emma. Una vez más me dieron la razón. Les demostré que allí se pueden empapar de verde y azul al mismo tiempo.. y que era más fácil encontrar el equilibrio cuando todo está en senzilla calma, y sólo las olas te traen ruidos. Y corazones. Subimos al monte, hacía tanto que no pisaba el Aloia.. las luces nos acompañan tanto como las vistas.. como cuando crees llegar al infinito de todos tus cúmulos de sensaciones. Y llovia, el cielo no quería parar de llorar.. En parte sentía que algo me agarraba por dentro, algo bueno y algo malo, una de aquellas cosas que no puedes explicar, sentir tanta vida pero estar muriendo. Es cierto que los sin sentidos y lo surrealista siempre viene conmigo. Pero fue extraño, y me sentí demasiado mal. No puedo encontrar la paz en días de guerra, por mucho que me empeñe. Dejando esto de banda, la noche se nos presentó rodeada de verde, subimos a lo más alto y vi una de mis estrellas favoritas, la única que se ve desde mi balcón, lo recordé.. él siempre me hacía mirar hacía allí. Después de que mis dos catalanas hicieran la cena.. Pingüi había hecho la buena acción del día trayendo licor café y licor de nuez, a eso le debemos sumar las cervezas y el vino. Acabamos escribiendo todo lo que nos venía a la cabeza, jugando al ‘kiriki’ y al twister :P
El martes las señales volvieron a mi, primero en forma de día azul (qué falta me hacían), ella se enamoraron de lo invisible a los ojos y al tacto. No pude evitarlo, teniamos que ir a Zamáns.. La magia del azar nos sorprendio en el parque, comimos como en cualquier día de verano al más puro estilo piknik y hicimos malavares.. jugaron ellas a buscar ovejas que no corrieran y corrieron ellas buscando sueños que no volaran. Siguiendo el ritmo de un perfecto día azul en simetria.. partimos hacía A guarda, uno de mis lugares favoritos para ir a mirar el horizonte, para perderme buscando la línea que separa el cielo del mar.. para observar los límites del tiempo, incluso para volver a demostrar lo muy juntos y revueltos que pueden estar el verde y el azul eterno (y su intensidad). Estuvimos pues, entre el tiempo y la distancia, pensando en todo lo que nos había ocurrido, sobretodo en estas dos últimas semanas, que no han sido fáciles, y tanto a mi como a ellas nos han traidos cambios, es complicado entender, por eso el silencio a veces dura más. A la vuelta nos volvimos locas, no me quiero incluir, aunque no puedo evitarlo, si es que somo carne de cañon, qué le vamos a hacer! Pues eso, hicimos la escenificación de las 6 canciones dándolo todo a voz y a pulmón. La tempestad no nos acompañó. Volvimos a Vigo, me gusta por sus luces. Por lo rápido que sucede todo. Porriño. Me encanta pasear por sus calles en la tarde-noche, cuando los dedos se hielan y los suspiros parecen nubes. Nos quedamos sin lengua de tanto picor, porqué saborear algo con tanta intensidad.. (ya sabeis). Subimos al pavellon (ai querido pavellon!) Y empezó la racha de Irish (echaba de menos sus tardes.. pero esto es nuevo), todo empieza con una copa y acaba con las copas y chupitos gratis que ofrece Felipe, con los antojos, la guerra de paja, los cd’s (conseguimos que pusieran las 6 canciones xxxd), los conocidos, los desconocidos, los borrachos, las notas, los secretos.. y todos los delirios. El miercoles el sol soplaba, y volamos sin quemarnos las alas, era un día perfecto de balcon y vistas a Portugal. Ellas seguian suspirando en cualquier detalle. Tallarinas. Y Santiago, la ciudad de mi futuro.. me encanta imaginarme todo lo que me guarda y todo lo que me esconde. Reencuentros porriñeses. Paseos. Licores.. Noia, reflejos, pulpo. Música. Irish. Borracho. Felipe. Chupitos. Copas. Música. Paja. (Y más desconocidos conocidos). Jueves. Instituto-Recreo. Torneiros. Colgar clase. Cometer delitos y volver al parque del sol. Vigo. Marxen els meus mocs. Gondomar (y Benja) (y la risa provocada). Volar al compás de una canción y de un abrazo. Sentimiento de esperanza. Reencuentro. Caricias. Recuerdos. Estrella de la muerte. Tenerte delante me da un poco más de vida, me trae pasado, sobretodo la parte buena, la luz que nunca se apaga. Saber que estas ahí. Conmigo. Pequeño. Y me guardas. Descansar. Viernes. Tamy y Né. Pequeñas entre lo pequeño. So pallaso. Con vistas al infinito. Esconderse. Pablo. Porriño. Noche de chicas. Visita inesperada. (gracias por bajarnos). Fiesta. Reencuentros (demasiados). Vuelta. Né. Beber su mezcla. Llamada. Eloy. Perdición jaja. Secretos. Deseos. Y sigo perdida entre el cosmos y tu almohada.


Despacio.

sábado, 7 de febrero de 2009

*



Necesito bañarme en salitre de nuevo, respirar del Atlántico, rodearme de verde, buscar las estrellas de los eucaliptos, y las de mi cielo, recuperar el equilibrio, volar sin que el sol me queme las alas, sentirme libre y completa, curarme el alma con palabras de viento del norte, buscar preguntas a mis respuestas, abrazar a mi niña linda, subir a lo más alto y buscar el horizonte, recorrer nuestros lugares infinitos y mágicos, dejar el miedo un poco atrás, reir, sonreir, sentirme en perfecta armonía y volver a escuchar las canciones que me hacen más siamesa a las cosas buenas.. recuperar el ruido y seguir el compás de todos los silencios que se me ofrecen, necesito llorar, sentirme cerca, pensar..
Por eso me voy,
(miña terra galega)





chenlochenlochenlochenlochenlochenlochenlochenlochenlo :):):):):)

miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Quieres mirar la lavadora conmigo?

De pequeño, mi padre me advirtió que no mirara la lavadora; yo era muy pequeño y no le hice caso. Con el paso de los años, me he dado cuenta que tenía razón: no se puede mirar la lavadora de pequeño y pensar que eso no te va traer problemas el día de mañana...

martes, 3 de febrero de 2009

Mi banda sonora para estos días

Trapezista- marwan
Orgasmos modernos- alejandro martínez
fuerzas de flaqueza - dani flaco
sleep through the static - jack johnson
we dance, we steal things - jason mraz
La ciudad del frio - quique gonzález
Te echaré de menos – Los Piratas
Mujer Esponja - Lori Meyers
Juegos de azar - Joaquin Sabina
Canciones para el tiempo y la distancia – Iván Ferreiro
Días azules - Iván ferreiro
Magia - Rosana
Luces de neón - Lori Meyers
Un lugar soñado - ismael serrano
Huida - Nacho Vegas
Peces de ciudad - Joanquin Sabina
De mi un pandero – Iván Ferreiro
Colegio vacio- Fon Roman
amigos de guardia - mikel erentxun
teatro de marionetas - Antonio de Pinto
alling slowly - The frames
Iglús sin primavera - Vetusta Morla
Vivo al día – Carlos Chaouen
avería y redención - Quique gonzález
la caza - Lori Meyers
Libertad - Diego Cantero
Turnedo - Iván Ferreiro
Inevitable - Los piratas
ahora - ismael serrano
noviembre - manuel cuesta
kilómetro cero - ismael serrano
Saudade - Lori Meyers
Ruido - Joaquin Sabina
Equilibrio – Carlos Chaouen
Dilema - Lori Meyers