jueves, 24 de noviembre de 2011

La lluvia mientras desayuno y mientras duermo. Tu voz en mi pelo, en mi pecho y en mi lengua. El frío mientras leo y escribo, mientras cruzo mi vida con la tuya. Los llantos enterrados. Las sonrisas desatadas. Las prisas por la mañana. Contradicciones. El sueño en su máximo significado. Mi corazón bombeando pasión. Trasnochar. Observar a la gente. Las llamadas desconocidas. Sincronizar la radio mientras conduzco. Las calles que siguen comunicando. Personas que me devuelven a mí misma. Él, que una vez más se equivocó de brazos en los que resguardarse. Imaginar el cogerte de la mano. Las personas mayores, su ilusión. El viento en la riera. Dejar el sentimiento y el dolor atrás. Despedirse. Aprender a no aceptar promesas inconscientes. Todo con poca sal. Tomar té con Judit. Mis labios acortando las distancias. Que alguien note la tristeza camuflada en mis mejillas. Huís sin saber adónde. El tren. Cámaras analógicas de bienvenida. Escribir incoherencias que en realidad tienen demasiado sentido. Las uñas de un color sin nombre. Dejar de morderlas. La morriña. Fumar poco. Volver a ver a Andrés, y su emoción en mi piel. La sonrisa orgásmicas compartidas. Volver a medir el tiempo en latidos. Conexión directa con un corazón en el Cabanyal. Unipensamientos. Cambios. Atreverse. Viaje al centro del huracán. Serrano y Marwan de banda sonora.


Mi vida últimamente.

2 comentarios:

susy luk dijo...

y así paradojicamente también va mi vida últimamente!
y con tanta nostalgia no se que pensar...
así que pensare que a ti la vida también te va estupendamente!
un abrazo!

Peanut dijo...

Los míticos cúmulos de situaciones y sentimientos que no pasan desapercibidos en ciertos momentos de nuestras vidas. Todo es importante. Y todo importa una mierda.

Cuesta leer con este tipo de letra, pero sin duda, ha merecido la pena.