martes, 12 de marzo de 2013

Gris

Se me mete ese gris tan feo en el corazón cuando siento que algo va mal. Cuando tu silencio me golpea fuerte y grita pidiendo ayuda.. Y yo tengo tan alta la melodía de tu querer que no te escucho. 
Viene ese maldito gris a oprimirme el pecho cuando te asaltan las dudas. Cuando te acechan los miedos. Cuando de golpe te ves queriéndome y midiendo ese querer. Maldita sea. ¿Hay alguien aquí que pueda saber cuánto es querer demasiado? Yo no, ni tú, ni ese gris. Ese gris, tan gris, que no te oscurece ni aclara la mente.. Que a veces te hace tan mío, y otras te lleva tan lejos.. 
Tengo miedo a caer en él. Y a que tú también lo hagas.

Hoy, hoy ha sido un día gris. Debí darme cuenta esta madrugada mientras te añoraba. Mientras ambos nos pensábamos desde nuestras camas, desde nuestras ciudades.. tan grises.

Te sigo echando de menos. Y menos son ya los días que quedan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No puede ser gris con lo bonito que escribes.

Nada tiene fin. Sigue imaginándole desde tu cama. El poder del pensamiento es muy grande.

Laura

Sílvia dijo...

El gris es así de ambiguo.. ni nos deshace ni nos hace.
Creo que hay días para todo :)
Hoy he recuperado el verde y el azul, y qué bonitos son!

Gracias por tus palabras Laura.