martes, 16 de octubre de 2012

Regalo de Pedro Andreu.

No hay corazón que baste.
No hay personaje de cine americano
de autor capaz de soportar
la imagen cruda de tu boca
en otra boca que no sea la mía.
Como si a mi Ford Fiesta
lo arrancaran de mi plaza
de garaje, como si lo dejaran
abandonado y triste
en otro barrio diferente,
en otra ciudad, otra vida,
a solas con la noche y sus farolas;
la luz gastada de sus miedos.
Como si en el cajón de la mesilla
alguien hubiera estado
revolviendo, desparejando
calcetines, descolocando
para siempre los colores
de nuestra vida juntos.
No hay corazón que baste.
No hay miseria - tampoco -
que pueda con mis ganas
de estar vivo (...) 


'Éloga primera de Garcilaso', Ana Robles Liz (Inédito)


No hay comentarios: