sábado, 27 de octubre de 2012

Al final parece que cupido nos dejó de disparar, la solución más simple es la correcta, dice la navaja de ockham. Dejar de darle vueltas a lo nuestro y acabar, pero hay momentos que nadie nos puede explicar...
Y la verdad, si todo es mentira, la vida que más da.. qué gran verdad que quien más te quiere te hará llorar.
Estaré bien, aunque olvidarte me cueste la vida y el reloj se nos paró justo a la hora de la despedida, pero yo estare bien... Al final las cosas van a ser como contaban, todo empieza, todo sigue y todo acaba; las canciones y los libros, las películas que vimos explicaban que el amor es algo eterno y el destino estaba escrito.. Tengo un lío.. Y ahora dudo con vuestro permiso. Hay historias que nadie nos puede explicar. Y el dolor nos sorprendió, estaba oculto entre las bambalinas del amor, que se cayó y nos arrastró, sin darnos tiempo ni un momento a disfrazarmos y a pedir perdón. Pedir perdón.

1 comentario:

Álex Crende dijo...

supongo que al corazón habrá que darle un descanso de vez en cuando o vigilarlo como el motor de un coche: cambio de aceite, filtros, correa... Sino no creo que tire muchos km más, y tampoco es plan de quemar el motor no? ^^