domingo, 30 de mayo de 2010

Sí. El mundo no es tan simple como quieren hacernos creer. Los contornos son imprecisos, los matices cuentan. Nada es negro o blanco; el mal puede ser un disfraz del bien o la belleza, y viceversa, sin que una cosa excluya la otra. Un ser humano puede amar y traicionar a la persona amada, sin que por eso pierda realidad su sentimiento. Se puede ser padre, hermano, hijo y amante al mismo tiempo; víctima y verdugo… Pon los ejemplos que gustes. La vida es una aventura incierta en un paisaje difuso, de límites de continuo movimiento, donde las fronteras son artificiales; Donde la única realidad absoluta, compacta, indiscutible y definitiva, es la muerte. Donde sólo somos un pequeño relámpago entre dos noches eternas y donde, princesa, tenemos muy poco tiempo.

6 comentarios:

Enrojecerse dijo...

una persona puede traicionar sin que el sentimiento cambie. qué gran verdad. (lo que pasa es que hay gente muy abusona tambien, eh) :)

Giorgio Grappa dijo...

La muerte también tiene esta parte positiva de hacernos vivir más intensamente, de hacernos luchar contra el tiempo que huye, de hacernos aprovechar más el momento presente.

A mi lado hay un pingüino gritando que hagas el favor de tomar nota.

Unknown dijo...

yo te mando todo el aire que quieras :) que aquí parece que se ha vuelto a ir el sol...
la vida es cortísima si, y el tiempo se va sin que ni siquiera nos demos cuenta, por eso tenemos que vivir todo lo que podamos, sonreír, intentar que estas lágrimas no nos consuman tan a menudo, creo que nos queda tanto por descubrir... :)

Patricia Nájera dijo...

qué bueno... y qué cierto
un beso enorme

8apertasdebalde dijo...

muy bueno si...
yo tengo dias que veo la vida con todas esas complicaciones...otras que veo todo tan sencillo que me inquieta...
un beso!

Santi dijo...

Oh, bajito te digo que sí, que los malos leen poesía, que los buenos no pagan las multas de tráfico; que se puede ser bueno y malo por causas ajenas a la persona querida o dañada.

Besos de gracias por aclararme aquello, lo de que te, ya sabes, quiénes (ésto para intrigarlos:)