La chica de las pecas

jueves, 3 de diciembre de 2009

Fui cuesta abajo
sabiendo que llorar
era un atajo hacia el mar.

Publicado por Sílvia en 9:22

Etiquetas: Melancolía

Sílvia: Me llamo Sílvia (con tilde en la i). Nací el invierno del 89, así que llevo el frío incorporado dentro de mí. Tengo el corazón relleno de superglue y zurzido con hilos de colores, y aún así se descose cada dos semanas y un día. Vivo en muchos lugares sin pertenecer a ninguno, aunque cual brújula siempre señalo el norte. Adoro el viento del este y el calor del sur. Dibujo constelaciones en cuerpos ajenos. Me gustan los números impares y las consonantes. Amo la música, la poesía, la fotografía y cualquier muestra de arte; hasta una mirada. No me canso de perseguir imposibles. Tengo los ojos camaleónicos y pueden mentir dependiendo del sol que los mire. Soy más nostálgica que melancólica. Creo en las casualidades. Siempre estoy echando de menos. Me pierdo mirando el cielo y las lluvias de estrellas en agosto. No suelo recordar lo que sueño. Mido la distancia en latidos. Vivo pegada a mis cuadernos. Lloro a menudo. No me incomoda nunca un silencio. Fui sirena en otro mundo. Y la magia siempre ha sido mi coartada.

Tema Sencillo. Imágenes del tema: merrymoonmary. Con la tecnología de Blogger.