lunes, 8 de diciembre de 2008

"Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y movimiento... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos se habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido. "






brilla, brilla tanto tu estrella
en mi cielo de reyes..

4 comentarios:

Anton dijo...

Con intensidad, con mucha intensidad.

Te amo, lindiña :)

Favio dijo...

acabo de descubrir tu blog hace poco y me gustaron mucho tus entradas...
pero tengo que decir que esta es mi favorita en lo poco que he visto: no faltan palabras, es exacta!!
ahora me voy a pasar por aquí de vez en cuando.

Atlántida dijo...

la luz al final se atenua y los ojos vvuelven a ver ¡seria horroroso quedarse sin contemplar las estrellas por el resto de la vida!

Anónimo dijo...

y así fue como el leon se enamoró de la oveja...

(L)