En el balcón de los sueños,
con vistas al valle de Chenlo,
y alcanzando a ver las primeras montañas de Portugal,
con la música de Carlos Núñez y Luar Na Lubre sonando..
Y una calma infinita que me abraza..
Esperando a que anochezca y aparezca mi cielo de grandes reyes..
[Estrella de la muerte, decían]
(¿Cómo se puede sentir tanta felicidad y tristeza a la vez?)
8 comentarios:
Berroguetto...
Escucha Berroguetto...
Qué envidia me das...
Que paz me das con los pies al viento..
Zepequeña.
Me encantan los balcones.
Me gusta la foto, se nota que empieza el verano
que envidia me dan esos piesecitos al aire :)
qué envidia chica..
Que envidiaa!!
Cierro blog :(
Te pasas a despedirte?
Un beso :*
Qué maravilla.
Es verdad que, a veces, la tristeza y la felicidad difuminan sus límites.
Un beso, Iona
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