Ahora siempre nos quedará septiembre y una canción de letra bonita para escuchar, no?.
Qué peligro tienen las palabras sueltas, que bailan, se enganchan y se abrazan, qué peligro querer que ocurra, meterte en la boca del lobo y esperar a que te coma, despacio.
Abrigarte en la cama y esperar a que las sábanas se arruguen y de paso, que despiertes con una media sonrisa dibujada en forma de tentación y alegría camuflada.
Y te busco, te ando, te toco, te leo, te pierdo y te vuelvo a encontrar, escondido de espaldas bajo cualquier susurro a las dos de la mañana. Y casi de manera inevitable y estúpida, te siento y te espero.
Qué peligro tienen las palabras sueltas, que bailan, se enganchan y se abrazan, qué peligro querer que ocurra, meterte en la boca del lobo y esperar a que te coma, despacio.
Abrigarte en la cama y esperar a que las sábanas se arruguen y de paso, que despiertes con una media sonrisa dibujada en forma de tentación y alegría camuflada.
Y te busco, te ando, te toco, te leo, te pierdo y te vuelvo a encontrar, escondido de espaldas bajo cualquier susurro a las dos de la mañana. Y casi de manera inevitable y estúpida, te siento y te espero.
Y es que a veces, a base de caer o de fallar,
conseguimos lo que queremos, lo que buscamos..
o lo que necesitamos,
ya lo dijo alguien una vez de un modo parecido…