"Dile cosas bonitas a tu novia:
"Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks"
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie pueda
escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la tierra,
o que sus senos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su
espalda es plata viva).
Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos
no dudes ni un segundo:
bébetela".
Luís Alberto de Cuenca