jueves, 17 de noviembre de 2011

No se puede sucumbir a la nostalgia de lo que aún no ha comenzado, y sin embargo eso fue lo que hice yo aquella tarde al completar la ultima de mis tareas, tirarme en la cama, cerrar los ojos e imaginar que no estaba sola, que sabía por qué suceden las cosas y que no echaba nada de menos.

1 comentario:

ártico dijo...

imaginarme sábana.