lunes, 22 de noviembre de 2010

Ahora que siempre es de noche para ti.
Todavía recibes cartas, las dejamos encima de tu ropa, que sigue doblada. Si quieres, puedo enviarte un trocito de España, una buena botella de champán y dos o tres libros. Sé que podrás disfrutar de mis regalos ahora que los médicos te han dejado en paz con sus tubos en la nariz y en la tripa y ya no tienes que forzarte a comer ni a coger el teléfono.
Ahora que siempre es de noche para ti.
¿Has ido a esconderte bajo una piedra, en una fuente de tartas, en un recién nacido, en una tela, en un huevo, en un bordado? ¿ Y qué puedes decirme ahora que siempre es de noche?
Dime, ¿Te sientes mejor? Dime, ¿es ligero como una burbuja eso de dejar sin más tu cuerpo ahí, iual que una prenda estropeada que ya no puedes ponerte? Se acabó ese peso que aplastaba tu sonrisa, que aplastaba tu vientre, que te aplastaba. ¿Pudiste escapar? Con tu sonrisa doblada y guardada en el bolsillo ahora que siempre es de noche para ti.
En casa todo parece haber caducado, hasta los yogures de frutas que conservamos en la nevera saben a marchito. No tenemos fuerzas para seguir adelante, por más que nos metamos gaseosa fresca en el esófago como una tormenta de azúcar; nada. Un cementerio más, la noche, el frío y otra capa de noche. Nosotros no vemos nada, ya no te vemos, vamos a ciegas, sabemos tan poco...
Caminamos por la noche y no te encontramos, claro que todas las noches se confunden; noches negras, recias como una tela, pocas estrellas, todo se parece en la oscuridad.
Es cierto que están los recuerdos, pero alguien los ha electrificado y conectado a nuestras pestañas, y en cuanto nos vienen a la cabeza, nos queman los ojos.

6 comentarios:

X dijo...

A veces los recuerdos queman...

Anónimo dijo...

tengo miedo de sentir todo así, de esa manera. un beso grande

.A dijo...

esos recuerdos te pueden llegar a quemar los ojos.. pero nunca podran quitarte la vista..

A. dijo...

hay días (8)...
la ceniza de tu cornea ha llegado hasta aquí.

Sílvia dijo...

X,
quedam, pero a veces ese ardor es lo que nos da vida, qué paradoja. Los recuerdos, suelo pensar, son lo único que tenemos.

Li,
no tengas miedo, sentir es bueno, sea lo que sea lo que sintamos, a la larga algo nos aporta y algo nos hace aprender y crecer.

A,
y de qué sirve la vista sin ojos? Pues claro! podemos ver con otros ojos.. eso es lo bueno ^^

Alba,
gracias por recoger de mi ceniza, acúerdate de devolvérmela cuando nos veamos :):)

Angelus dijo...

cuando la noche acuna un alma, bajo tierra, entre las estrellas de los recuerdos...

la verdad es que poco se, ni he estado allá ni hacia allá me han arrancado una compañía.

las partidas siempre duelen, los recuerdos de aquellos siempre arden por dentro, pero eso es bueno, sin ellos nuestro corazón seria un crisol marchito y ninguna llama podría germinar.

Buenas lunas y felicitaciones por las letras en este espacio.