sábado, 14 de agosto de 2010

Los meses de verano son indepentientes a los días azules. Barcelona és bona si la bossa sona. Colapso total decían. Empezar de zero. Salitre y viento. Llevar una semana bebiendo de balde. El Liceum y sus chicos (incluidos los vales de besos) Mucho amor por todas partes. Tejados a los que trepar. Lunas y estrellas. Risas y ilusiones que esperamos sean verdaderas. Inventar una línea como la del círculo polar ártico, pintada en el suelo, que separe tu bien de mi mal, o lo contrario. Uniformes. Rumba catalana. Llamadas inesperadas. Cerveza. Y un gusanillo en el estómago que nadie imagina. El acento de Lugo. Un atardecer en la playa con abrazos incluidos. La magia del norte. Agarimos. Concierto. Un corazón de cartón piedra que alguien olvidó en esa esquina que siempre doblo. Ese mismo corazón que alguien mojó para engancharse, y que hoy parece una uva pasa. Iván Ferreiro. Merienda en el Irish y los mojitos de Román. Programar una sesión de fotos. Un mando a distancia que programe los latidos de la gente. Chocolate del bueno como dice La Pegatina. Que vuelva Vetusta Morla para atormentarme con recuerdos. Observar las flores de mi jardín, poner algunas en jarrones de vídrio. Pasear por la noche de Porriño. Sacar todo lo que tengo en el último cajón del armario (el cajón de los recuerdos) y reordenarlo. Dormir hasta las cinco de la tarde. Pasarme días ignorando llamadas. Llegar a creer en cosas que no puedes llegar a imaginar. Acabar esa película que quedó a medias. Quedarse sin lágrimas. Licorca! Que Sabina diga que la peor muerte es la de morirse de miedo. Un postit en la nevera excusándose por haberse acabado la leche. Mentiras y vidas cruzadas, mi Quique y su rompeolas. París y los desamores, fotos en blanco y negro, y mil polaroids de diferentes años en las paredes de mi habitación. La alarma de un coche sonando cada media hora. Los ladrones de sueños. Tirar la piedra y esconder la mano; un juego de magia que nadie le enseñó. Que el cielo brille a todo color. (Tu) La ignorancia. (Mi) La inocencia. Cuando algo pierde importancia, cuando algo de golpe... tiene sentido. Los bolsillos llenos de papeles. Alquilas biciclenas, un euro un día, y pedaletas de las que anuncia el servicio de salvamento 'do val miñor', para la playa. Las contradicciones. La fiesta mayor de la aldea. Benavente y los anuncianos sentados en las puertas de sus casas. Un concierto con todas las canciones de la fuga en el centro de un campo abandonado. Un amante poeta y no guisante.

4 comentarios:

Favio dijo...

Si que hizo bastante la señorita durante el verano =)
le mando un abrazo desde este fin del mundo!



PD: Vetusta Morla es lo máximo!!

galmar dijo...

:) buen verano:)

Enrojecerse dijo...

somos tan inocentes.. pero bueno. ya se sabe, con vetusta morla y love of lesbian de lado todo es un poco más bonito.

Anónimo dijo...

Típicas cosas, todas, de meses de verano... sobre todo lo de beber en balde... eso me suena!