La sal de mis labios

No habrías encontrado dos corazones más abiertos,

dos sentimientos más armónicos..

Son veinte años que a veces me parecen siglos y otros, segundos. En ocasiones me pesan más que otra cosa y me siento mayor para mi pensar. Al día siguiente aparezco en pequeño, sientiendo en minúsculas y pensando que se me van a comer.

A los quince tenía cuarenta y a los dieciocho, trece. A veces lo llevo bien, sobretodo ahora. Antes me costaba bastante controlarlo, ahora confieso tenerlo más por la mano e incluso me doy cuenta de lo que he cambiado y he crecido, mucho a mi pesar. (Niña perdida).
Soy algo altruista, caprichosa, dubitativa, ingenua, risueña, sensible, tranquila, testaruda, terca, irónica, sarcástica, rara, observadora, tremendamente observadora, soñadora paciente, planificadora, vergonzosa, consciente, bohemia y a veces algo mágica..

No me gusta mentir ni esconderme, soy valiente (y salto!), me gusta tener las ideas claras, y sólo sé que me quiero ir de aquí.
Me gusta evaluar a la gente, y lo hago conmigo misma también.
Me gusta pasear por Barcelona o sentarme en un parque a hablar con alguien sin ninguna prisa ni intención. Reír.

Adoro que me besen cuando duermo, q

ue me hagan volar y me cuenten cuentos de Nunca Jamás..

Mis días saben a viento, a poesía, a sonidos y ritmos de otros paises, a rabia contenida, a miradas enjauladas, a electricidad, a color azul, a Atlántico, a septiembre y hojas secas, incluso a horas sin dormir.
Para mi nunca es demasiado tarde, bueno, puede que en mi caso todo sea demasiado pronto, es pronto para ser quien quiero ser. Me gusta ver las cosas de otro modo y si es posible, intentar hacer que otros lo vean desde mi perspectiva y así puedan saborear un poquito de mi mundo.

Hacer sentir cosas nunca sentidas.